En el sistema védico, la cualidad mental se determina según los tres principales atributos de la naturaleza, sattva o claridad, rajas o dispersión y tamas o inercia. Estas condiciones muestran la sensibilidad de la mente y su capacidad de percibir la verdad y de actuar de manera acorde.
Sattva
Es la cualidad mental básica que permite que se dé la percepción. La mente es clara y pura por naturaleza pero se oscurece con emociones y pensamientos negativos. Cuando es pura genera iluminación y auto-realización. Da lugar al movimiento de la consciencia hacia el interior, a la unificación de la mente y el corazón.
Rajas
Es la distracción o turbulencia mental que nos hace mirar hacia afuera y perdernos en el mundo exterior. Es la mente agitada por el deseo. Implica obstinación, ira, manipulación y ego. También implica la búsqueda de poder, de estímulos y de entretenimiento.
Tamas
Es torpeza, oscuridad e incapacidad de percibir. Es la mente nublada por la ignorancia y el miedo. Tamas crea pereza, sueño y falta de atención. Implica falta de actividad mental e insensibilidad y la dominación de la mente por fuerzas subconscientes o externas.
Por lo general, rajas y tamas van juntas. Tamas oscurece la consciencia, lo que permite que rajas proyecte falsas imaginaciones o ideas igóicas. Asimismo, el exceso de rajas agota nuestra energía a través de la hiperactividad y nos vuelve tamásicos, torpes y apáticos. Rajas genera energía, vitalidad, emoción y se relaciona con prana. Tamas genera estabilidad y permite que las formas se concreten.
Pero estas dos cualidades, rajas y tamas, no tienen lugar en la mente y en el proceso de percepción. Para que se manifieste la consciencia objetiva, la mente ha de estar tranquila, libre de distracción y de inercia.
En el Ayurveda la principal enfermedad es el “fallo de la inteligencia”, esto es la falta de comprensión de la armonía natural de la vida (de la naturaleza, el universo y la divinidad). Esto se debe a factores condicionantes externos como el miedo y el deseo, que inhiben nuestra vida creativa y nos atrapa en el convencionalismo, por lo que nos vuelve descuidados e irresponsables respecto a nuestra propia salud. El Ayurveda nos alienta a que desarrollemos sattva en todo lo que hagamos para evitar las posibles enfermedades.
