“Si mantenemos una mente apacible, no tendremos preocupaciones ni
angustias y disfrutaremos de la verdadera felicidad.”
La Meditación es recuperar la tranquilidad que permanece latente en la mente. Es saber desprenderse de todas las emociones negativas como el miedo, la cólera, la codicia o la duda y también de todos los pensamientos tóxicos que forman el ama mental.
Cuando observamos todo el ruido dentro de nuestra cabeza, las preocupaciones, los resentimientos, las falsas ilusiones y fantasías, las esperanzas y los sueños frustrados, queda claro que el diálogo interno nos controla de forma deliberada, siendo víctimas de la memoria, viviendo continuamente en pasado o futuro.
Pero tras la pantalla de nuestro diálogo interno se oculta algo completamente distinto; el silencio de una mente que no es prisionera de ese pasado. Este es el silencio que deseamos hacer salir a la superficie de nuestra conciencia por medio de la meditación.
¿Por qué es esto tan importante? Porque en el silencio está el origen de la felicidad. El silencio es la fuente de nuestros arranques de inspiración, de nuestros sentimientos más tiernos de compasión y de empatía, de nuestro sentido del amor.
Debido a que la mente juega un papel integral en nuestras vidas, deberíamos aprender a como cuidar de ella apropiadamente y como controlarla. La meditación es la herramienta que nos permite interrumpir el flujo incesante de pensamientos, de disminuir su cantidad y calidad hasta uno solo, y liberarnos de las tensiones y de las agotadoras hormonas del estrés, causantes de innumerables enfermedades.
En cuanto te sientas con la columna derecha, cierras los ojos, respiras hondo varias veces y miras en tu interior, se desactiva el sistema nervioso simpático, el sistema de protección del estado de emergencia de lucha/miedo/huida, y se activa el parasimpático, el mecanismo de protección interno para la regeneración a largo plazo (de crecimiento y reparación).
Si realizas bien la meditación, los patrones de onda de tu cerebro se volverán más coherentes y ordenados y comenzarás a sentirte conectado, completo y equilibrado, sintiendo emociones elevadas más sanas de confianza, dicha e inspiración.
Conforme se adquiere más experiencia con la meditación, se comienza a notar un resurgimiento de la energía y la vitalidad, originado en un nivel más profundo del sistema nervioso. Se trata de un cambio transformador.