3. Jivaka Kumarabhacca 1Jivaka era hijo de Salavati, una cortesana de Rajgir, capital del imperio Magadhan durante el reinado del rey Bimbisara. Después de su nacimiento, el bebé Jivaka fue abandonado junto a un montón de basura, y fue el príncipe Abhaya, hijo de Bimbisara, quien casualmente pasaba por allí, se dio cuenta de que aún se encontraba con vida (jivati). Fue por eso que el príncipe le llamó Jivaka, educándolo bajo su tutela personal. Jivaka pasó a llamarse Komarabhaccha que significa educado por el príncipe. Otro significado es el de especialista en pediatría.

La historia transcurre hace unos 2.500 años en Taxila (India), un famoso centro de aprendizaje por aquel tiempo, que atraía a estudiantes de toda la región, no sólo relacionados con la medicina sino también con las ciencias, las artes, la artesanía y las humanidades. Un joven de 16 años había viajado unos 2.000 km desde Rajgir, su pueblo natal, para reunirse con un renombrado médico llamado Atreya. Referencias a la vida estudiantil en los textos budistas sugieren que el lugar donde se estudiaba era en las casas de los maestros. Los estudiantes eran admitidos a los 16 años. Los pupilos de familias ricas se hospedaban con los maestros y les pagaban generosamente por los estudios, la comida y el alojamiento. Los que eran de familia real tenían un alojamiento separado. Los que eran de familias pobres, sin capacidad para pagar sus gastos, servían como asistentes al maestro y su familia.

3. Jivaka Kumarabhacca 2

Taxila

Jivaka pasó 7 años aprendiendo con su maestro hasta su examen final de práctica. Atreya le dijo que cogiera una pala y que fuera por los alrededores de Taxila a buscar una planta que no poseyera propiedades medicinales. El estudiante devoto empleó mucho tiempo recorriendo la región examinando plantas, aunque finalmente no halló ninguna que no tuviera alguna propiedad curativa. Cuando regresó y comunicó a su maestro sus resultados, este quedó satisfecho diciéndole que ya estaba listo para ejercer. Le dio algo de dinero para sus gastos y lo dejó marchar.

El primer paciente de Jivaka fue la mujer de un rico mercader que sufría de una enfermedad crónica en la cabeza y que muchos médicos fueron incapaces de curar. Debido a que era joven e inexperto, Jivaka recibió permiso para examinarla con la condición de que no le pagarían nada si no la curaba. Jivaka le suministró una mezcla de ghee y plantas medicinales por la nariz y se curó completamente en una sola sesión. Estaba tan contenta que le pagó 4.000 kahapanas. Sus hijos y su marido también se alegraron y le dieron otros 12.000 kahapanas, a lo que sumaron dos sirvientes y un carro con caballos.

También curó exitosamente al rey Seniya Bimbisara que sufría de una fistula anal. En compensación le declaró médico personal de la corte y de la comunidad fraternal de los bhikkus (monjes del primer sangha), con Buda a la cabeza. Una vez, en Vaishali, los monjes se pusieron enfermos por haber tomado demasiada comida dulce. Afortunadamente, Jivaka se encontraba cerca por lo que pudo tratarles y curarlos a todos.

3. Jivaka Kumarabhacca 3

El pico del buitre en Ragjir

Jivaka fue contemporáneo y devoto de Buda. Se dice que en una ocasión, estando los fluidos del cuerpo de Buda desequilibrados, fueron a buscar a Jivaka. Éste le sugirió a Buda que se hiciera masajes con una grasa determinada durante varios días. Poco después seleccionó tres lotos que mezcló con varias medicinas, diciéndole a Buda que los inhalara, logrando de esa forma restablecerlo.

Jivaka no vivió lejos del centro de Rajgir. Según los textos, un día decidió construir una morada en su propiedad para Buda. Erigió habitaciones, un pabellón y una cabaña perfumada, rodeada de un bosquecillo de mangos con altas paredes. Ese lugar llamado Jivaka Amravana, fue donde Buda dio la mayoría de sus famosas charlas, al menos dos de ellas dirigidas a Jivaka.

Fue también allí, cuando en una hermosa noche de luna llena, el hijo del rey Bimbisara, después de encarcelar y matar a su padre, visitó a Buda para expiar sus culpas. Escuchó sus enseñanzas llamadas Samaññaphala Sutta (el sutra de los frutos de la vida contemplativa) y se convirtió en su seguidor.

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